Caacupé — El Dr. Miguel Olmedo, ex viceministro de Salud, ha vuelto a los titulares, generando una controversia que pocos anticipaban. Durante su reciente aparición en el programa Info Caacupé, lejos de adoptar una postura conciliadora o alinearse con los nuevos líderes del movimiento Honor Colorado (HC), Olmedo soltó una declaración que dejó atónitos incluso a sus seguidores más fieles: “No creo que el Partido Colorado recupere el municipio en Caacupé. En localidades pequeñas sí, pero en la capital lo veo muy difícil.” subrayó.
 |
| El pesimismo de Olmedo, y la siempre optimista Dr. Olga E. Rojas |
La frase no tardó en encender debates. ¿Es Olmedo simplemente un hombre realista, consciente de los desafíos políticos de la región, o se trata de un líder resentido, incapaz de aceptar el avance de nuevas figuras dentro de HC? Mientras los nuevos liderazgos trabajan intensamente en la búsqueda de un candidato capaz de devolver al Partido Colorado el control del municipio de Caacupé, el exlíder de HC parece haber asumido un papel más destructivo que constructivo.
Desde su salida de la esfera ministerial, Olmedo ha estado en el centro de varias polémicas, con comentarios que muchos ven como ataques directos al partido en lugar de estrategias para fortalecerlo. Sus palabras, lejos de contribuir a la unidad, fomentan la división y generan una sombra de incertidumbre en el electorado colorado.
La pregunta persiste: ¿Es el Dr. Olmedo un político pragmático, con los pies bien puestos en la realidad, o su actitud refleja una molestia latente por haber sido relegado por los nuevos líderes de HC? Sea como fuere, su intervención ha dejado claro que la batalla por Caacupé no solo se librará en las urnas, sino también en el intrincado terreno de las lealtades y rencillas internas del partido.
Mientras el futuro del Partido Colorado en la capital cordillerana sigue en el aire, queda por ver si la voz crítica de Olmedo será una advertencia acertada o simplemente el eco de una era política renegada, que no supo aprovechar su momento estando arriba como líder autoproclamado.