Un grito de auxilio desde los barrios San Miguel, Seminario y San Juan: cuando el agua se convierte en un sueño lejano"
La Junta de Saneamiento de Potrero Po'i es un rincón olvidado donde la esperanza parece evaporarse junto al agua que no llega. Este problema es de nunca acabar, hace años que los barrios San Miguel, Seminario y San Juan, entre otros libran cada día una batalla silenciosa pero devastadora. Aquí, en pleno siglo 21 el agua, ese derecho esencial y vital, se ha transformado en un lujo que pocos pueden disfrutar.
La Junta de Saneamiento de Potrero Po'i cambia de interventores, pero el problema de raíz sigue y juega con la angustia de la gente que intenta abrir sus grifos y solo encuentran aire. No hay agua. No hay alivio. Cada gota que cae es una bendición efímera, una esperanza rota en cuestión de minutos.
La Junta de Saneamiento, responsable de garantizar este derecho tan básico, ya no puede seguir sin la verdadera intervención de nuestras autoridades que nos deberian representar. Los días sin agua se acumulan, y con ellos, el desespero, el agotamiento físico y emocional. No se trata solo de sed, se trata de salud, de dignidad. ¿Cómo explicarle a un niño que no puede bañarse, que no puede beber, que no puede jugar porque el agua que debería llegar no aparece? en cada hogar de estos barrios hay una historia de lucha, de frustración e indignación.
La Junta de Saneamiento de Potrero Po'i ya no puede sostener el caudal territorial que posee. Laa autoridades locales deben destrabar este maldito monopolio que tienen estas obsoletas estructuras estatales que sistienen a las Juntas de Saneamiento. El agua no es un lujo, es vida. ¿Hasta cuándo? ¿Cuántas quejas más deben caer antes de que alguien escuche el clamor?
Que estas palabras lleguen a donde el agua no ha llegado, y que los corazones de quienes pueden hacer algo se conmuevan. Aquí, donde la tierra seca clama por agua, las voces de su gente claman por justicia.