El edil liberal volvió a alinearse al jefe
Emilio Ortega, Fernando Romero y Blas Ayala, un tridente que duró muy poco |
El origen de la palabra "capa caída" es cuando alguien está triste, deprimido, con los ánimos por el suelo y lo refleja al exterior, esta situación habitualmente se da con aquellos políticos que intentan tener vuelo propio, hasta que reciben una buena reprimenda. Esta mini historia sería como un guión para explicar lo que está aconteciendo con el concejal liberal Blas Ayala, que en la sesión extraordinaria de la junta municipal el pasado lunes votó a favor de la anulación de la adjudicación de empedrados que su "jefe" programó con la empresa del clan Rivas.
La capa de superhéroe le duró menos lo que baila un pollo al concejal municipal Blas Ayala. Según el periscopio de el Observador de Caacupé, el "ninguneado" edil chovy fue sometido a una peluqueada jefe, faltó todo el champú con lo que le dieron el aká kyo jefe, finalmente tuvo que alinearse y ya se le vio posando en algunas instantáneas proselitistas del equipo de su Riverista.