En el marco del campeonato Nacional de Interligas departamento de Cordillera, la decisión de disputar una final única volvió a desatar polémicas. Bajo el argumento de simplificar la organización y generar mayor impacto mediático, los dirigentes de la Federación optaron por un formato que, lejos de cumplir su propósito, terminó perjudicando tanto a las ligas participantes como al espectáculo en general.
Este finde semana segunda final en Guairá
Históricamente, en la mayoría de los departamentos del país, las finales se disputan en partidos de ida y vuelta, e incluso un tercer encuentro si es necesario, como ocurre en San Pedro. Este formato garantiza una distribución más equitativa de los ingresos y un mayor apoyo de las comunidades locales. Sin embargo, la final de Cordillera, celebrada en el estadio del Club Independiente de Piribebuy, dejó mucho que desear tanto en lo económico como en lo futbolístico.
Segunda final en Paraguari |
Según estimaciones, cada liga pudo haberse asegurado al menos 50 millones de guaraníes en regalías si se hubiera mantenido el esquema tradicional. Para Atyrá y Arroyos y Esteros, protagonistas de esta final, la oportunidad de generar recursos vitales para el desarrollo de sus Ligad quedó truncada.
A nivel futbolístico, la elección del escenario también fue cuestionada. El estadio no cumplió con los estándares necesarios para albergar un evento de esta magnitud, lo que impactó en la calidad del juego y la experiencia de los aficionados.
Tercera final en San Pedro |
La organización centralizada de este tipo de partidos parece beneficiar a unos pocos en detrimento de las bases, dejando de lado el desarrollo integral del fútbol en el interior. Los dirigentes tienen la responsabilidad de escuchar las voces de las ligas y reconsiderar decisiones que, lejos de fortalecer el deporte, lo debilitan.
Es momento de abandonar a los calienta silllas y entender que el fútbol no solo se mide en ganancias inmediatas, sino en el impacto positivo que puede generar en las Ligas que lo sustentan. ¿Será esta la última vez que se sacrifiquen los intereses de las ligas por decisiones cuestionables? Solo el tiempo lo dirá.