Sin grandes fichajes, pero como un compromiso de disciplina y trabajo duro. El poderoso Tte. Fariña demostró que se puede pelear un campeonato.
El club Tte. Fariña no había adquirido refuerzos de renombre para encarar esta edición del campeonato Caacupeño División de Honor. Pese a que se esperaba que fueran más agresivos a la hora de salir a pelear en el mercado de pases, no fue así. Apesar a que no hubo movimientos muy rimbombantes en el equipo, el manager, técnico y dirigente Antonio Ortiz apostó a una camada de valores jóvenes, les inculcó trabajo, orden y disciplina, que a lo largo de este torneo fueron las claves y los puntales de este hermoso presente por el cual esta atravesando el club.
Las rachas victoriosas en la fase de grupos consolidaron la personalidad, la mística y la gran disciplina existente dentro del grupo. En los octavos y cuartos de final aparecieron algunas individuales claves para seguir sorprendiendo a propios y extraños, eliminando a Juventud Cordillerana y 24 de Mayo. Hoy tienen medio cupo a la final del fútbol serrano, quedan 90 minutos, los primeros ya los ganó.