¡Diego Riveros! la camiseta se respeta, no se mancha

El narcisismo de una persona que no tiene límites. Diego Riveros mancha y deshonra la gloriasa casaca de la selección de todos los caacupeños. Mandó imprimir su nombre en los atuendos del equipo de fútbol de salón, indumentaria que pagan todos los contribuyentes de esta ciudad. 


Diego Riveros genera indignación en la afición caacupeña que lo considera un narcisista, vanidoso y presuntuoso. Su figueretismo llegó a límites inesperados, no le bastó aprovecharse del trabajo hecho por el MOPC para venderse como el gran benefactor de la ciudad de Caacupé. Pero la alocada megalomania de Riveros no conoce de frontera y mucho menos límites, se aprovechó esta vez de la única actividad que hasta aquí no distinguía colores, como es el deportes. Se presenta ante la sociedad Caacupeña como si fuese el único contribuyente de esta ciudad.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente